¿Y Usted Cómo Se Habla Así Mismo/A?
Cada persona es exactamente lo que piensa de si mismo/a, siendo su personalidad la suma de su manera de pensar, sentir y actuar. Así mismo las acciones y comportamientos de las personas son el reflejo de su manera de pensar.
Una persona con un estado de salud mental estable, con un autoestima alta y optimista, no es asunto de azar o del destino, sino el resultado natural de un constante esfuerzo por mantener pensamientos positivos y optimistas, es decir el resultado de un proceso largo y permanente de cómo se habla y se trata a si mismo/a.
La manera de pensar de una persona se puede comparar a la de un jardín, es decir que puede ser cultivado o ser abandonado. Cualquiera sea la decisión de su dueño/a, ese terreno está destinado a producir. Si se decide no sembrar el jardín, entonces este quedará a la intemperie de las condiciones del clima, y no dejará de engendrar, pues crecerá y reproducirá abundancia de mala hierba. Si se decide cosecharlo y cuidarlo, no solo se impedirá que crezca mala hierba, se podrá ver hermosas flores o rosas.
Los pensamientos, emociones y comportamientos se retroalimentan ente sí. El comportamiento se manifiesta a través de las acciones, este no es más que el simple reflejo de nuestro interior, es decir de nuestra manera de pensar y sentir.
Una persona puede destrozarse y abandonarse a si mismo si piensa que sus acciones son culpa de las condiciones externas, impidiéndose de esta manera darse cuenta de que tiene el inmenso poder de cambiar su manera de pensar, si así lo desea, y convertirse en dueño/a de sus propias acciones.
Está demostrado científicamente que la manera como pensamos y nos hablamos así mismos/as afecta de manera significativa nuestras vidas. Nuestra manera de pensar no sólo afecta nuestro estado emocional, sino también nuestro cuerpo en general, pues nuestros pensamientos se convierten en veneno o energía positiva.
Hay una ciencia llamada “psiconeuroinmunología” que ha demostrado la conexión entre nuestra manera de pensar y el cuerpo. Ha quedado comprobado que cada vez que pensamos producimos reacciones bioquímicas en el cerebro, y a través de estos químicos en el cerebro, que se llaman neurotransmisores, se envían señales a todo el cuerpo; es decir, estos químicos son los mensajeros de nuestros pensamientos a todo el cuerpo. En otras palabras, nuestros pensamientos producen químicos en el cerebro que permitirán que nos sintamos exactamente como estamos pensando. Si usted se siente feliz, inspirado, o esta pensando positivamente, su cerebro elaborará químicos (dopamina, serotonina) que harán que usted sienta placer, gozo y entusiasmo. Si usted se siente con coraje, odioso o infeliz, su cerebro elaborara químicos (neuropeptidos) que hará que usted se sienta enojado, insatisfecho, y pesimista. En otras palabras, su cuerpo va a responder de la manera que piensas y sientes.
Se ha demostrado también que el cerebro humano (sin importar la edad), es flexible y modificable; es decir, se puede cambiar intencionalmente, si así la persona lo desea. Pero para eso se necesita remplazar una manera de pensar inferior por otra superior. ¿Y usted cómo se habla así mismo/a?
Muchas gracias!!
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