En la edición anterior escribí acerca de lo que es el enojo y cuando este se convierte en un problema, y ahora en presente artículo me quiero referir en como trabajar en un plan personal de control del enojo.

En primer paso es el tomar conciencia de la emoción del enojo, sin negarlo, ni reprimirlo. El enojo puede expresarse de diferentes formas, y esta va a depender de cada persona y de la situación que se este viviendo.

Identificando Situaciones de Activación del enojo

El enojo puede tener su origen en las expectativas, frustraciones, miedos o necesidades. Si alguien no responde como usted espera o se comportan de una manera diferente a la que desea, y se siente fácilmente enojado o con ira, tenga cuidado de cómo va a reaccionar, porque podría ser peligroso para usted y los que lo rodean..

Como podemos ver, el enojo puede darse como respuesta a una situación por la que usted considera injusta y que aparentemente no puede controlar. Algunas situaciones pueden tener su origen en áreas sensibles de su vida. Por ejemplo, si usted ha sido verbalmente abusado de niño/a, y alguien le grita o le insulta como cuando eras niño/a. Esta situación puede ser el origen de la provocación de su enojo y llevarlo a reaccionar agresivamente.

Lo primero que debe hacer si alguien lo insulta, lo trata de manera injusta o le lleva la contraria, no se enfurezca aunque esa situación no le guste. Nadie lo hace enojar si usted no quiere!!!. Usted decide si quiere enojarse, no son los demás quienes lo hacen enojar.

Identificando las Señales del Enojo

El segundo paso para tomar control de su enojo es identificar las señales de su propio enojo.

Tienen que prestar atención a las reacciones bilógicas/fisiológicas de su cuerpo, maneras de pensar, sentir y actuar cada vez que está enojado/a. Esto le ayudará a tomar decisiones sanas e inteligentes antes que pueda actuar bajo el enojo o pierda el control.

Como una reacción natural del cuerpo ante el enojo puede llegar a sentir aumento de la frecuencia cardiaca, aumento de la presión arterial, aumento de sus pulsaciones, enrojecimiento corporal, tembladera, movimientos extraños en el abdomen, etc.

El enojo también suele presentarse como una emoción secundaria, es decir que detrás del enojo se pueden presentar otras emociones negativas primarias como frustración, decepción, indignación, miedo, celos, abandono, vergüenza, tristeza, desprecio, impotencia, etc.

Aunque algunas personas dicen que “no piensan” cuando están muy enojados, y que sólo actúan; sin embargo la realidad es que siempre nos decimos algo antes de reaccionar y eso se llama el “discurso interno” o “diálogo con uno mismo”. Es decir que siempre pensando antes de actuar y hay que escucharnos antes de reaccionar.

Prestar atención a las actitudes o comportamientos cuando se está enojado/a es otra de las ventajas para poder controlar el enojo. Por ejemplo obsérvese si: camina nervioso/a, levantar la voz, apretar los puños, apretar la mandíbula,  rechinar los dientes, tirar o patear algún objeto, etc.

Hacernos consientes de los cambios en el cuerpo, de las emociones, y pensamientos, es ganar tiempo para tomar decisiones oportunamente y es saber que tenemos opciones en lugar de reaccionar de manera agresiva.

Muchas gracias!!!