Si usted es una de las personas que muchas veces ha intentado cambiar su carácter o forma de ser y no ha podido, o no ha tenido los resultados deseados o esperados, es probable que usted haya tenido la intención de cambiar solo sus actitudes o comportamientos y no sus creencias y manera de pensar.

El sistema de creencias y los pensamientos son el marco general que envuelve todo trabajo sobre el cual las personas actúan de una u otra manera, y estas tienen su origen en la familia cuando nos decían qué era bueno y qué no era bueno, y muchas veces terminábamos aceptándolas como tal sin cuestionar; pero ese proceso no termina allí, pues continuamos cada día formando, moldeando y afirmando nuestras creencias y manera de pensar, pero ahora como adultos con la diferencias que si tenemos las capacidad de juzgar e interpretar nuestras vivencias de acuerdo a nuestras experiencias.

Como adultos tenemos la capacidad de evaluar, analizar, cuestionar y elegir cada una de nuestras creencias y manera de pensar. Es decir usted puede cambiar o reafirmar sus creencias y manera de pensar si así lo desea; y para eso necesita trabajar consigo mismo/a para  identificar cuáles son esas creencias y manera de pensar con las que quiere seguir en el futuro y que lo/a alientan a seguir adelante, y saber cuáles son las creencias y manera de pensar que de una u otra manera le impiden o sabotean de seguir o cambiar lo que quiere cambiar o mejorar.

El primer paso para el cambio es saber qué es lo que quiere cambiar, porqué quiere cambiar o mejorar, y cuál es el propósito. Por ejemplo, si usted es una persona que quiere bajar de peso, tiene que saber ¿por qué quiere bajar de peso?, ¿cuál es su peso ideal?, ¿cuál es su estrategia a seguir? , ¿será capaz de disfrutar de una dieta baja en calorías y hacer ejercicios?, y ¿qué es lo que va a seguir haciendo cuando haya alcanzado su peso ideal?.

Una vez que haya identificado lo que quiere cambiar o mejorar, partiendo de donde se encuentra ahora, es decir su estado actual, tendrá que trabajar en la identificación de las capacidades y recursos que tiene para lograr su objetivo. Pero eso no es todo, aquí viene el trabajo mas importante que es el de identificar cuáles son las creencias y manera de pensar que podrían sabotear, impedir o boicotear su objetivo.

Las creencias y pensamientos saboteadores pueden tomar varias formas. La primera es cuando una persona no quiere cambiar del todo, sólo una parte de un determinado comportamiento o actitud, y dice: “sí quiero cambiar…pero….” Para crear un cambio en la vida hay que quererlo de maneta completa y no a medias, y hay que ser congruente con propósito.

Una segunda dificultad o interferencia para el cambio es cuando la persona no tiene una idea clara de lo que quiere y no se imagina o visualiza con un nuevo cambio.

Hay quienes se dan la oportunidad para empezar, pero no para completar el proceso, y por lo tanto no habrá resultados. Por ejemplo, si usted quiere aprender una habilidad en la vida, y empieza a tomar un curso, pero no lo termina, se habrá dado la oportunidad de empezar, pero no se dio la oportunidad terminar y para aprender lo que quería, y puede que termine sintiéndose frustrado/a.

Todo cambio o  logro en la vida requiere esfuerzo constante y para eso se necesita darse todo el tiempo que la oportunidad requiere. Y muchas veces uno mismo es el que se sabotea así mismo poniéndose el pretexto del tiempo, y continúa quejándose de lo mismo una y otra vez.

Muchas gracias!!