Los misóginos: la cara oculta de muchos hombres
Probablemente para muchas personas es nuevo escuchar este término, y no es que me lo haya inventado. Etimológicamente la palabra misó-gino viene del griego antiguo, y está compuesto por las palabras “miseo” que significa “detestar, odiar” y la palabra “gyné” que significa “mujer”. La Real Academia de la Legua Española lo define como un adjetivo para identificar a los “hombres que odian a las mujeres, y manifiestan aversión hacia ellas o rehúyen su trato”. En otras palabras, el misógino es una forma de machismo extremo, que a lo largo de la historia de la humanidad, ha sido expresado abierta y cínicamente por los hombres y tolerado por las mujeres y la sociedad.
Aquí algunas de las características comunes de estos hombres, que a pesar de estar viviendo en el siglo XXI, todavía parecen seres cavernarios, retrogradas y trogloditas, que lo único que les falta es el mazo para ir detrás de las mujeres haciendo sonidos gesticulares propios de los cavernícolas. Los hombres misóginos son los que se caracterizan e insisten en mantener a “su mujer” bajo su autoridad, control y protección.
Este tipo de hombres por lo general no aceptan la superioridad intelectual de su pareja, disfrutan enormemente haciendo llorar a una mujer, y se sienten plenamente alagados y hacen alarde cuando sus compañeras sexuales le ruegan, le piden disculpas frecuentemente, le suplican, y le dicen que no pueden vivir sin ellos.
Los misóginos también se caracterizan por que ellos si pueden ser infieles empedernidos, pero no son capaces de tolerar una infidelidad de sus parejas, y hasta las amenazan de muerte. Tienden a rechazar a las mujeres cuando son más inteligentes, independientes y realizadas. No son capaces de aceptar el cambio tradicional del rol de la mujer, y lo condenan como una amenaza a la violación de la naturaleza humana.
Muchos de estos hombres están convencidos, y por que así se los han hecho creer desde muy pequeños, que las mujeres son intelectualmente, mentalmente y espiritualmente inferiores. Cuando se casan, estos hombres son muy manipuladores con sus esposas, y las tratan de convencer que ellas son “la pequeña maravilla”, “la reina del hogar”, “que él la hace dichosa como mujer”, “que nadie la va a querer y hacer feliz como él”, “que él es el único que la complace en todo”, “Que otras mujeres la envidian por estar con él”, “que él es el amo y dueño de su ser”.
Algunos misóginos pueden aparentar ante los demás como las más románticos del mundo, pero cuando están solos en casa, por el más mínimo pretexto se convierten en toda una “bestia”, y fácilmente pierden el control, gritan vociferan y humillan a su pareja haciéndola sentir culpable de sus reacciones violentas. Luego “aparentemente” se arrepienten y buscan la reconciliación, pero para sus adentros se dicen así mismos “qué bueno que reaccioné así, para que aprenda y la próxima vez me respete y sepa quién es el que manda y tiene el poder”. Como podemos ver, estos hombres son sumamente posesivos, controladores y celosos. Les exigen a sus parejas que renuncien a sus gustos, estilos, círculos sociales y trabajo para poder tener mayor control sobre ellas.
Personalmente creo que la lista para identificar a los misóginos podría ser interminable, pero de cualquier manera quería llamar la atención con este tema para reconocer que este problema a partido siempre de la concepción errada de muchas sociedades y culturas que le dieron una serie de privilegios sociales a los hombres, poniendo en seria desventaja a las mujeres, impidiendo su desarrollo personal, progreso social y aceptando la total sumisión de la mujer hacia el hombre.
Gracias a los primeros movimientos feministas, creados hace algunas décadas, y a los recientes organismos como Colorado Men Against Domestic Violence (hombres de Colorado en contra de la Violencia Domestica), se ha intensificado la lucha en contra de cualquier tipo de discriminación y abuso contra la mujer y de cualquier tipo de privilegio social exclusivo de hombres. Si usted cree que vive con un misógino, no dude en buscar ayuda, nunca es tarde para liberarse de las cadenas mentales, irracionales y enfermizas de estos hombres.
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