LA VIOLENCIA ARMADA EN ESTADOS UNIDOS: ¿HASTA CUÁNDO?
La violencia armada en Estados Unidos continúa incrementándose a nivel de epidemia y ahora por primera vez, los Latinos hemos sido el blanco de una masacre cargada de odio racista que se consumó en el Paso, Texas. La Asociación Americana de Psicología (APA) se ha pronunciado al respecto y personalmente me gustaría destacar algunos puntos.
Muchos se siguen preguntando cuál es el perfil de estos monstros solitarios o asesinos de masas, o qué hay detrás de la mente de estos criminales que se ensañan con tanta gente inocente. Existen variados y complejos factores que podrían conllevar a una persona a usar un arma de fuego en contra de otros. Por esta razón, de acuerdo a la APA no existe un perfil único que pueda predecir de manera confiable quién usará un arma en un acto altamente violento.
La violencia armada está asociada con una serie de factores de riesgo individuales, familiares, escolares, de padres, comunitarios y socioculturales que interactúan con el tiempo durante la vida de una persona. Se dice que el predictor más consistente y poderoso de la violencia futura es un historial de comportamientos violentos.
El presidente Donald Trump ha dicho que se trata de personas con graves problemas de salud mental. Argumento que personalmente discrepo, porque en todos los países del mundo tienes personas con problemas de salud mental, pero este fenómeno de los tiroteos masivos que ocurren diariamente sólo ocurre en los Estados Unidos. La misma APA, reconoce que la mayoría de las personas que padecen una enfermedad mental no son peligrosas.
La reducción de los incidentes de violencia armada derivados de la mala conducta criminal o el suicidio es un objetivo importante de estrategias más amplias de prevención e intervención primaria y secundaria. Dichas estrategias también deben atender la redirección de antecedentes de desarrollo y procesos socioculturales más amplios que contribuyan a la violencia armada y las muertes relacionadas con armas.
Por otro lado, no olvidemos que los hombres son los autores de la gran mayoría de la violencia armada. Esto sugiere una vez más que hay que cambiar las percepciones y expectativas entre los hombres sobre las normas sociales de los comportamientos y las características asociadas con la masculinidad para reducir la prevalencia de la violencia, y cambiar las expectativas de género para los hombres que enfatizan la autosuficiencia, la dureza y la violencia, incluyendo la violencia armada.
Se ha demostrado que las prohibiciones de armas de fuego para grupos de alto riesgo: delincuentes de violencia doméstica, personas condenadas por delitos menores violentos e individuos con enfermedades mentales que han sido juzgados como una amenaza para sí mismos o para otros, reducen la violencia. Otro punto importante es el acceso fácil a las compras de armas de fuego en este país.
Coincido ampliamente con la APA, que la reducción de la incidencia de la violencia armada requerirá intervenciones a través de múltiples sistemas, que incluyen legal, salud pública, seguridad pública, comunidad y salud mental. ¡Muchas gracias!
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