Muchas veces hemos escuchado “que el amor puede servir de medicina para curar casi todos los males”, pero si éste es aplicado en altas dosis también puede convertirse en veneno mental, y si usted es una persona que ama a su pareja más que así mismo, ¡¡cuidado!! porque puede terminar en una relación de codependencia emocional.

¿Cree usted que su pareja lo/a hace feliz y que sin su amor usted no es nadie?, déjeme decirle que usted es una persona que se está engañando así mismo/a. El poder que usted le da a su pareja para que lo/a “haga feliz”, puede tener el mismo poder letal para que lo/a “haga infeliz”, “desdichado/a”, “decepcionado/a”, “frustrado/a”.

Si usted ha sido una persona codependiente emocionalmente y su relación se terminó, es probable que se sienta víctima y va tratar de culpar a su expareja por el padecimiento o sufrimiento que pasa. Si éste es su caso, créame que se está torturando demasiado emocionalmente. Si en la vida hay algo que no tuvo solución, ¿para qué sufrir? No sea terco/a, no sufra más, eso déjeselo a los masoquistas.

Mientras siga señalando a su ex o siga buscando culpables, seguirá atrapado/a y estancado/a en el hoyo de las víctimas, y cuando está en el lugar de víctima está atrapado en su propia miseria emocional. Ya no importa de quién fue la culpa si la relación no funcionó, pero ahora sí es su responsabilidad hacer lo posible y enfrentar esa separación y sobreponerse para seguir con su vida, seguir amándose, resolver su vida, y ser feliz.

Recuerde que el verdadero amor está en usted mismo/a, y únicamente las personas que saben amarse a sí mismos son capaces de ofrecer y compartir lo que tienen, no lo que carecen. Sólo se puede ofrecer lo que es suyo. Desde el amor propio se puede establecer alianzas con otras personas que estén dispuestas a compartir lo mismo y desde allí construir una relación basada en los principios de: armonía, respeto, igualdad, justicia, compresión, cariño, admiración, confianza y lealtad. El amor no tiene ni debe ser doloroso, obsesivo, destructivo, manipulativo, deshonesto o dañino.

El verdadero amor debe ser incondicional, sin esperar nada a cambio, y éste se da y comparte con pareja o sin pareja. El amor es parte de la felicidad con uno mismo, y se puede compartir y dar completamente, pues si usted es feliz sería absurdo y egoísta que no lo expandiera a los demás. Sólo cuando una persona se siente llena de amor y felicidad, dejará de mendigar amor, felicidad y no dependerá emocionalmente de nadie. “ÁMESE PRIMERO Y SEA FELIZ, NO ESPERE QUE LO HAGAN FELIZ, Y CELEBRE EL DIA DE LA AMISTAD CON VALENTÍN O SIN VALENTÍN.”